Los lugares

«Me detengo unos instantes para contemplar asombrado el paisaje: a nuestros pies, el valle del rio Maury abarca desde Poniente, de dónde venimos, hasta el Mare Mediterraneum, abriéndose en el Agly y la fértil Plana del Rosellón. Frente a mí, en la otra orilla del valle, los oscuros y misteriosos montes boscosos del Fenolleda, y detrás de ellos, el majestuoso monte Canigó, que nos vigila desde el Reino de Aragón, coronado de nieve en el cielo de un azul casi blanco. Dicen que este viento helado no cesa nunca, y que ha vuelto loco a más de uno. 

Mi caballo se impacienta y reemprende la marcha monte arriba, hacia las rocas que soportan los muros de piedra antigua de Queribus, uno de los últimos reductos de los míos, los cátaros…»

Queribus, cap.I

Quéribus

Carcasona

«Estamos en las islas Columbarias. La ciudad sarracena de Medina Alhadra, o Burjanna está a un día de mar pero aquí no vive nadie. La isla Grossa, en la que estamos, está protegida por miles de serpientes y escorpiones. Otro islote cerca abriga una cueva donde a veces se esconden berberiscos o naves piratas. Messer Oliver, si damos la vuelta a la isla nos encontraremos con una amplia cala protegido del viento de Norte que es el responsable de nuestra desgracia…«

Queribus, cap.XVI

Islas Columbarias

Columbretes

«Estamos en las islas Columbarias. La ciudad sarracena de Medina Alhadra, o Burjanna está a un día de mar pero aquí no vive nadie. La isla Grossa, en la que estamos, está protegida por miles de serpientes y escorpiones. Otro islote cerca abriga una cueva donde a veces se esconden berberiscos o naves piratas. Messer Oliver, si damos la vuelta a la isla nos encontraremos con una amplia cala protegido del viento de Norte que es el responsable de nuestra desgracia…«

Queribus, cap.XVI

Islas Columbarias

Columbretes

«Seguimos al Buen Hombre que ya está despareciendo entre las rocas por un sendero apenas visible. El ascenso hacia Montsegur dura el resto del día. Pasamos por crestas, escalamos rocas. En más de una ocasión pienso perder el equilibrio para desplomarme en los abismos que nos acorralan…«

Queribus, cap.XXXI

Rhedae
Rennes-le-Château

Aguilhar

San Juan de Acre

«Karakorum sin embargo parece permanente, y cuento con algunos edificios de ladrillos de color tierra, no más de diez, entre los cuales uno parece ser un templo, coronado de cuatro torres puntiagudas y una gran superficie vacía a su alrededor, limitada por un muro bajo de barro pintado de blanco. (…) Descubrimos que la capital del mayor imperio del Mundo se compone en su esencia de dos calles. Una es llamada de los Sarracenos, dónde tienen lugar los mercados y ferias. Varios mercaderes extranjeros tienen allí su negocio, y numerosas embajadas de todas las naciones del mundo encuentran en ella donde alojarse…«

Queribus, cap.XLVIII

Túnez

Karakorum