Rennes-Le-Chateau

¿ES RENNES-LE-CHÂTEAU UN LUGAR CÁTARO?

La presencia cátara en este pueblecito ha sido seguramente la misma que en los pueblos de los alrededores, ni más ni menos. Sin embargo la proximidad del castillo de Montsegur y la posibilidad de que haya acogido el tesoro de los Cátaros hace de este rinconcito del Aude una parada obligatoria en cualquier ruta del país Cátaro que se precie. La historia del abad Saunière y las diferentes hipótesis tienen su lugar en esta web, 

Una vuelta tras otra, la pequeña carretera le llevará desde Couiza hasta Rennes-le-Chateau en menos de 10 minutos. Son menos de 5 km. Tiempo suficiente para pasar  del bullicio (tampoco es tanto) de la carretera departamental a la soledad de este pueblo solitario. Desde los años 70 este pequeño pueblo, aparentemente olvidado de todos, ha vuelto a entrar en la historia de la mano de un misterio del que poco se sabe, sino que existe.

Rennes-le-Chateau en la Historia

-Evidencias megalíticas 4500 años A.C.

-Vestigios de la época romana.

-Pueblo actual fundado por los visigodos, parece probado que Rennes-le-Chateau es lo que queda de la fortaleza de Rhedae, capital del Razés, último vestigio del reino visigodo del sur de Francia, desmantelado por los Francos.

-Breve ocupación de la región por los Arabes, sustituidos por los carolingios.

-Rennes-le-Chateau entra en la Historia, por medio del “informe” poetizado de los Missi Dominici (Comisarios) de Carlomagno en 782: “Inde revisentes te, Carcassonna, Redasque, moenibus inferimus nos cite Narbo tuis”(Desde aquí, y después de la visita a Carcasona y Rhedae, volvemos cuanto antes a Narbona)

De este documento podemos deducir la importancia de Rhedae.

-796: Creación del Condado del Razés, primer conde Guillem de Gellone, seguido por Bera Iº (primer linaje), hasta 854, desmembramiento del Condado por razones desconocidas. Rhedae entra en un periodo de cambios incesantes de señor, Carcasona, Foix, Tolosa, Aragón.

-Cambio progresivo de las rutas que recorren le Razés, orientadas ya al comercio y menos a la defensa. Se desarrollan los valles y Rhedae se encuentra ya fuera de los caminos que recorren la región.

-1170: el Rey de Aragón destruye la fortaleza de Rhedae en manos de los Trencavel de Carcasona. La ciudad sale de la Historia como importante centro político.

La Cruzada de los Albigenses

-Dos combates tienen lugar en la zona: la toma del Castillo de Coustaussa y la toma del Castillo del Bezu. La Canso de la Cruzada no habla de combate en Rennes-le.Chateau, que probablemente no se había recuperado del ataque del Rey de Aragón en 1170.

-Pierre de Voisins, teniente de Simon de Montfort, se queda con estas tierras después de la conquista y se establece en Arques.

-Su heredero Pierre II de Voisins vuelve a fortificar la ciudad en 1293.

-En 1322 tendrá lugar en Rennes-le-Chateau una ceremonia colectiva reuniendo católicos y los últimos  cátaros para abjurar definitivamente de la herejía.

-El periodo de prosperidad siguiente a la Cruzada termina con la aparición de bandas de ladrones aragoneses. En 1362 Enrique de Trastamare, asedia Rhedae y destruye la fortaleza, que nunca recuperará su esplendor y se transforma poco a poco en el pueblecito que hoy conocemos.

Hasta la segunda mitad del siglo XX Rennes-le-Chateau desaparece de la Historia oficial, cuando la publicación del libro de Gerard de Sède: «L´or de Rennes» provoca un verdadero terremoto en el pequeño pueblo, y una invasión literal de buscadores de tesoros…

Los amantes del misterio y los buscadores de tesoros seguirán leyendo.

El misterio de

Rennes-Le-Chateau

Los tesoros no faltan en el antiguo Razés, algunos legendarios pero otros reales, como estas monedas árabes descubiertas en un riachuelo.

Ya en 1339 los monjes de Boulbonne excavaban en la zona de Axat, cerca de Rennes-Le-Chateau.

La tradición dice que los Visigodos, huyendo de los Francos y antes de pasar a España, escondieron su fabuloso tesoro en los alrededores de Rhedae (recordemos que fue temporalmente su capital). Estos mismos visigodos que fueron los saqueadores de Roma en el 410 haciendose de paso con el botín de otro saqueo, el del Templo de Salomón en el 70.

Algunos estudiosos del caso hablan del Tesoro de los Reyes de Francia escondido en el Razés por Blanca de Castilla, caso poco probable sabiendo el odio que profesaba la madre de Luis IX hacia los Cátaros originarios de Languedoc.

Se habla también, y con insistencia, del Tesoro de los Cátaros, de naturaleza desconocida, y del que sólo se sabe que fue evacuado del pog de Montsegur la noche antes de la entrada de los asaltantes en el castillo.

Los templarios y sus riquezas estuvieron presentes en el Razés a lo largo de los siglos, aunque con poco protagonismo, pero sí con cierta implantación territorial.

Dicen los más atrevidos que hasta Jesucristo habría visitado el Razés, y descansaría en los alrededores.

Pero vayamos a los hechos:

El 2 de Junio de 1885 el Obispo de Carcasona manda a un joven cura de 33 años, Béranger Saunière, a ocupar la curia de Rennes-Le-Chateau. Saunière nació a pocos kilómetros de Rennes-Le-Chateau y es muy probable que fuera partícipe de la realidad de quien ha vivido en esta región y sabe que el fondo del alma occitana es fértil en cuentos y leyendas, y sabe también que estas tierras esconden más de lo que enseñan.

El pueblo está en un estado lamentable, y la iglesia más todavía, el presbiterio casi inhabitable.

Para el joven cura rebelde e insolente con la autoridad tanto civil como eclesiástica, no se trata en principio de una promoción, sino más bien de un castigo.

Nada más llegar a su parroquia el cura Saunière toma una decisión chocante y arriesgada, contratando a una joven sirvienta de 18 años: Marie Denarnaud.

Casi de inmediato emprende una serie de obras y reformas de la iglesia con un dinero prestado por el Ayuntamiento.

Unos pocos años más tarde nos encontramos con una iglesia no solamente reparada sino también totalmente redecorada de una forma cuanto menos poco ortodoxa, por no decir extravagante, un presbiterio nuevo, unos edificios grandiosos e incompatibles con el sueldo de un cura rural. ¿Qué pasó para que el cura pobre de solemnidad pase a gastar como un millonario?

El mismo Béranger Saunière deja entrever un origen misterioso a sus inmensos dispendios, bajo la forma de un tesoro.

¿Qué sabemos con certeza?

Al poco de iniciar las obras se descubre delante del altar una losa boca abajo debajo de la cual aparece una olla llena de monedas de oro (según el cura, medallas de Lourdes…).

El cura descubre en un pilar visigótico unos extraños pergaminos, que piensa poder utilizar para devolver al Ayuntamiento el préstamo acordado de mala gana.

Lo consulta con Monseñor Billard, obispo erudito y en contacto con el Abad Bieil, sabio cura de Saint Sulpice de Paris, quién se propone para descifrar y vender los manuscritos en la capital.

 Subvencionado por Monseñor Billard, Saunière viaja a Paris donde conocerá no solamente al Abad Bieil sino también a varios aficionados al ocultismo, entre los cuales un entusiasta de veinte años, Emile Hoffet, sobrino de Bieil y apasionado por el ocultismo y las sociedades secretas, tema de moda en aquel momento. Encontrará también, y compartirá una amistad muy especial con Emma Calvé, cantante de 24 años, ocultista a sus horas. Compra en el Louvres reproducciones de obras de Poussin que darán mucho que hablar más adelante.

De vuelta a su pueblo devuelve el dinero prestado al Ayuntamiento. Los dos años siguientes verán nacer al Saunière  hombre de negocios. Abre 4 cuentas corrientes, una de las cuales en Budapest y empieza a recibir (a nombre de Marie Denarnaud) cantidades importantes de dinero, sobre todo de congregaciones religiosas.

Cuando no está de viaje suele pasear por los alrededores de Rennes-le-Château con su mochila a la espalda, contestando con evasivas a las preguntas de los habitantes del pueblo.

Paralelamente va dejando en su iglesia recién reformada extrañas pistas y alusiones a un tesoro oculto, y pasa varias noches en el cementerio, excavando o borrando lápidas, desencadenando las quejas del Ayuntamiento.

El sobrino de saunière afirmaba haber visto monedas de oro en un lingote alquitranado en la mesa de la Torre Magdala, siendo niño. De hecho, la contabilidad del cura revela que consumía grandes cantidades de petróleo, que hubiera podido servir para disolver el alquitrán.

Con tesoro o sin él el tren de vida del cura Saunière no deja indiferente a nadie. En 1900 construye una torre neogótica y una gran villa de tres pisos. Según Béranger Saunière su sueño es construir una residencia para curas mayores.

Monseñor de Beauséjour, su obispo,  le acusa formalmente de simonía, o tráfico de misas. El juicio se alarga hasta 1915 (Saunière ha sido destituido del sacerdocio en 1911 por este motivo, aunque sigue oficiando misas en la capilla que construye en su propiedad y donde se reúnen los feligreses que ha sabido ganarse con los años y su gran generosidad).

A partir de su destitución, parece disponer de menos dinero, o por lo menos ser más comedido. Tendrá que pedir un préstamo en 1913.

La titularidad de todos sus bienes es de su fiel Marie Denarnaud, quién le sobrevivirá hasta 1953 después de su muerte el 22 de enero de 1917.

Entre los hechos probados tenemos que constatar que si bien el caso de Saunière es el más flagrante, otros curas de los alrededores parecen disponer de fondos importantes, en total desmedida con su estado eclesiástico, empezando por el Abad Gélis (abajo), asesinado en 1897. El crimen nunca fue resuelto, pero está claro que el asesino buscaba algo que no era dinero, ya que los gendarmes encontraron importantes cantidades de monedas de oro, escondidas en su casa y en la sacristía.

Otro caso es el de Henry Boudet, cura de Rennes-Les-Bains, íntimo amigo de Saunière y compañero de excursiones en las montañas de la zona. Llegará a dar a Marie Denarnaud en quince años más de 4.500.000 francos oro. Su disputa de 12 años con Saunière reducirá sensiblemente el tren de vida de éste.   El Abad Boudet (abajo) es autor de un increíble libro codificado titulado: “La verdadera lengua celtica y el cromlech de Rennes-Les.Bains”.

Silla del Diablo.

Asmodeo recibe el visitante en la iglesia, indicando la silla del Diable y la Fuente del Círculo, lugares próximos a Rennes-Le-Château

El Abad Gélis, asesinado, y el Abad Boudet, vecinos y amigos del Abad Saunière

¿Pudieron estos tres hombres encontrar el tesoro?

Las teorías no faltan, y el misterio del Abad Saunière bien puede haber desaparecido con él, sin embargo muchos recuerdan la promesa que hizo su sirvienta de toda la vida, Marie Denarnaud, al comprador de la villa, Noël Corbu, que antes de abandonar este mundo le confiaría un “secreto” que le haría rico y poderoso. Desgraciadamente murió fulminada por una apoplejía en 1953.

Pueblecito encantador…o encantado, según se mire. El Ayuntamiento avisa que las excavaciones están prohibidas sobre el territorio de la municipalidad

El Abada Béranger Saunière y su asistenta Marie Denarnaud 

La iglesia de Rennes-Le-Château.

El famoso pilar y el texto que Saunière encontró en él.

Tumba de Beranger Saunière en su villa de Rennes-Le-Château

Torre Magdala en el jardin de la opulenta Villa Bethanie

¿Qué sabemos con certeza?

Al poco de iniciar las obras se descubre delante del altar una losa boca abajo debajo de la cual aparece una olla llena de monedas de oro (según el cura, medallas de Lourdes…).

El cura descubre en un pilar visigótico unos extraños pergaminos, que piensa poder utilizar para devolver al Ayuntamiento el préstamo acordado de mala gana.

Lo consulta con Monseñor Billard, obispo erudito y en contacto con el Abad Bieil, sabio cura de Saint Sulpice de Paris, quién se propone para descifrar y vender los manuscritos en la capital.

 Subvencionado por Monseñor Billard, Saunière viaja a Paris donde conocerá no solamente al Abad Bieil sino también a varios aficionados al ocultismo, entre los cuales un entusiasta de veinte años, Emile Hoffet, sobrino de Bieil y apasionado por el ocultismo y las sociedades secretas, tema de moda en aquel momento. Encontrará también, y compartirá una amistad muy especial con Emma Calvé, cantante de 24 años, ocultista a sus horas. Compra en el Louvres reproducciones de obras de Poussin que darán mucho que hablar más adelante.

De vuelta a su pueblo devuelve el dinero prestado al Ayuntamiento. Los dos años siguientes verán nacer al Saunière  hombre de negocios. Abre 4 cuentas corrientes, una de las cuales en Budapest y empieza a recibir (a nombre de Marie Denarnaud) cantidades importantes de dinero, sobre todo de congregaciones religiosas.

Cuando no está de viaje suele pasear por los alrededores de Rennes-le-Château con su mochila a la espalda, contestando con evasivas a las preguntas de los habitantes del pueblo.

Paralelamente va dejando en su iglesia recién reformada extrañas pistas y alusiones a un tesoro oculto, y pasa varias noches en el cementerio, excavando o borrando lápidas, desencadenando las quejas del Ayuntamiento.

El sobrino de saunière afirmaba haber visto monedas de oro en un lingote alquitranado en la mesa de la Torre Magdala, siendo niño. De hecho, la contabilidad del cura revela que consumía grandes cantidades de petróleo, que hubiera podido servir para disolver el alquitrán.

Con tesoro o sin él el tren de vida del cura Saunière no deja indiferente a nadie. En 1900 construye una torre neogótica y una gran villa de tres pisos. Según Béranger Saunière su sueño es construir una residencia para curas mayores.

Monseñor de Beauséjour, su obispo,  le acusa formalmente de simonía, o tráfico de misas. El juicio se alarga hasta 1915 (Saunière ha sido destituido del sacerdocio en 1911 por este motivo, aunque sigue oficiando misas en la capilla que construye en su propiedad y donde se reúnen los feligreses que ha sabido ganarse con los años y su gran generosidad).

A partir de su destitución, parece disponer de menos dinero, o por lo menos ser más comedido. Tendrá que pedir un préstamo en 1913.

La titularidad de todos sus bienes es de su fiel Marie Denarnaud, quién le sobrevivirá hasta 1953 después de su muerte el 22 de enero de 1917.

Entre los hechos probados tenemos que constatar que si bien el caso de Saunière es el más flagrante, otros curas de los alrededores parecen disponer de fondos importantes, en total desmedida con su estado eclesiástico, empezando por el Abad Gélis (abajo), asesinado en 1897. El crimen nunca fue resuelto, pero está claro que el asesino buscaba algo que no era dinero, ya que los gendarmes encontraron importantes cantidades de monedas de oro, escondidas en su casa y en la sacristía.

Otro caso es el de Henry Boudet, cura de Rennes-Les-Bains, íntimo amigo de Saunière y compañero de excursiones en las montañas de la zona. Llegará a dar a Marie Denarnaud en quince años más de 4.500.000 francos oro. Su disputa de 12 años con Saunière reducirá sensiblemente el tren de vida de éste.   El Abad Boudet (abajo) es autor de un increíble libro codificado titulado: “La verdadera lengua celtica y el cromlech de Rennes-Les.Bains”.

Silla del Diablo.

Asmodeo recibe el visitante en la iglesia, indicando la silla del Diable y la Fuente del Círculo, lugares próximos a Rennes-Le-Château

El Abad Gélis, asesinado, y el Abad Boudet, vecinos y amigos del Abad Saunière

¿Pudieron estos tres hombres encontrar el tesoro?

Las teorías no faltan, y el misterio del Abad Saunière bien puede haber desaparecido con él, sin embargo muchos recuerdan la promesa que hizo su sirvienta de toda la vida, Marie Denarnaud, al comprador de la villa, Noël Corbu, que antes de abandonar este mundo le confiaría un “secreto” que le haría rico y poderoso. Desgraciadamente murió fulminada por una apoplejía en 1953.

Pueblecito encantador…o encantado, según se mire. El Ayuntamiento avisa que las excavaciones están prohibidas sobre el territorio de la municipalidad

El Abada Béranger Saunière y su asistenta Marie Denarnaud 

La iglesia de Rennes-Le-Château.

El famoso pilar y el texto que Saunière encontró en él.

Tumba de Beranger Saunière en su villa de Rennes-Le-Château

Torre Magdala en el jardin de la opulenta Villa Bethanie